La flor del olivo, una gran desconocida
11 de Mayo de 2022
El olivo es un árbol floral y, como tal, con la llegada de la primavera, comienza a florecer. En esta época del año, nuestros olivares dejan un paisaje digno de admirar y que pasa desapercibido.
Tanto es así, que son muy pocas las personas que se paran a adorar a la flor del olivo, una gran desconocida. Muchas son las curiosidades que acechan a la floración del olivo y a su flor. ¡Hoy las veremos todas!
Características y curiosidades
La flor del olivo, dependiendo de la zona geográfica en la que nos encontremos, tiene varios nombres: se le conoce como rapa, esquimo, cadillo o trama. Este último nombre se suele utilizar también para nombrar a los brotes que aparecen en los olivos y que son anteriores a las flores.
La flor del olivo es pequeña y se agrupa en racimos compuestos de entre diez a cincuenta flores, dependiendo de la variedad del olivo. Tiene un color blanquecino y su centro es amarillo. Está compuesta por cuatro pétalos pequeños en forma de cruz. Estos colores no hacen más que alegrar (aún más) nuestro mar de olivos.
La floración del olivo coincide con la acumulación del polen y, por ello, la flor del olivo suele pasar desapercibida, ya que destaca más la cantidad de polen en el aire que la flor como tal.
Como curiosidad de la flor del olivo, podemos decir que son hermafroditas: tienen pistilo (órgano de reproducción femenino y donde se forma el fruto) y estambres (órgano de reproducción masculino y donde se forma el polen). Sin embargo, algunas flores son solo masculinas y, por tanto, no dan fruto.
Además, cada flor dura aproximadamente en el olivo una semana; por lo que la fase de floración del olivar tiene una duración breve, que suele durar unas tres semanas.
Floración del olivo
No existe una fecha exacta para la floración del olivo, aunque suele producirse en las semanas centrales de mayo. Este fenómeno depende de una serie de factores, como la climatología de la época.
Es la fase del olivo más crítica, ya que determina el futuro de la siguiente cosecha. Si la floración es escasa, la cosecha, por consiguiente, también lo será. Por otro lado, si durante la época de la floración, la climatología no es adecuada, con periodos de lluvias abundantes, heladas o demasiado calor, la cosecha siguiente también será escasa.
En el momento de la floración, el polen viaja por la atmósfera para fecundar la flor y terminar formando un embrión envuelto por el fruto, comenzando así su crecimiento en aceituna. El polen del olivo no lo transportan las abejas u otros insectos polinizadores, sino que se mueve por el aire. Por eso es común que en primavera podamos ver granos de polen en el aire. De hecho, es normal que el polen del olivar atraviese el Mediterráneo y se polinicen olivos de Andalucía con polen de olivos de Marruecos y viceversa.
El resultado de este fenómeno es la gran variedad de aceitunas que existen (más de 230). Los olivos no polinizan flores de olivos que consideran de la misma familia. Es muy común que, en una misma finca de olivos, se encuentren árboles de distinta variedad.
Además, solo un 2% del total de la floración de un olivo completa el ciclo íntegro germinando y convirtiéndose en aceituna. El olivo se va desprendiendo de aquellas flores a las que no puede mantener durante el resto de su ciclo anual. De esta forma, se quedará con los frutos que pueda sacar adelante, con los más fuertes y sanos, y así se asegura la alimentación y el crecimiento adecuado de sus semillas, las cuales luego se convertirán en aceite de oliva virgen extra.