¿Qué es la agricultura ecológica?
27 de Mayo de 2021
La agricultura ecológica, orgánica o biológica es el sistema de cultivo que busca armonizar los intereses del ser humano con el funcionamiento de la naturaleza para obtener alimentos 100% saludables.
Se trata de una práctica de cultivo respetuosa con el medio ambiente, cuyo objetivo principal es garantizar la ausencia de contaminantes en los alimentos para el máximo cuidado de la salud humana y, a su vez, paliar los efectos del calentamiento global.
La agricultura ecológica tiene numerosos beneficios derivados del hecho de sustituir el empleo de productos químicos y organismos genéticamente modificados por prácticas que conservan e incrementan la fertilidad del suelo. A continuación, enumeraremos algunas de las ventajas más importantes.
Libre de residuos químicos
Frente a la agricultura convencional, los sistemas de cultivo ecológico enfocan su metodología en minimizar el impacto de la actividad agraria en el medio ambiente. Para ello, esta actividad se basa en la utilización óptima de los recursos naturales sin emplear productos químicos de síntesis, como fertilizantes, plaguicidas o antibióticos; y sin organismos genéticamente modificados (OGM). Estas sustancias no solo dañan la salud humana, también contaminan suelos, suministros de agua y el propio aire.
Sostenible con el medio ambiente
La ecoagricultura respeta el medio ambiente y los ciclos naturales, evita la contaminación y favorece la biodiversidad. Todo ello, haciendo un uso racional de los recursos naturales sin comprometerlos para generaciones futuras. Además, al emplear técnicas más respetuosas, genera un aumento de la actividad biológica del suelo, mejorando la salud de las plantas y de los animales.
Combate los efectos del cambio climático
Se ha comprobado que la agricultura ecológica ayuda a reducir los efectos del calentamiento global y a disminuir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O).
Los suelos cultivados con producción ecológica a largo plazo emiten un 40% menos de gases de efecto invernadero por hectárea que los suelos cultivados convencionalmente.
Fomenta la biodiversidad
La agricultura ecológica promueve que la biodiversidad sea elevada, lo que aumenta la resistencia de los campos a enfermedades, plagas y malas hierbas.
Esta biodiversidad en los campos de cultivo favorece el establecimiento de cadenas tróficas entre las organismos potencialmente dañinos y sus depredadores naturales. Esto contribuye a un mayor equilibrio de las poblaciones de insectos y otros invertebrados, reduciendo el riesgo de plagas.
En la práctica tradicional, el uso abusivo de pesticidas, herbicidas y plaguicidas provoca una selección genética de los patógenos, plagas y malezas más resistentes, haciendo necesario buscar continuamente nuevas formulaciones para controlar dichas plagas.
Salud del suelo
La base para la obtención de unos buenos rendimientos agrícolas es un suelo fértil y sano. En este tipo de práctica agrícola, se sustituyen los químicos de síntesis por materia orgánica para la fertilización, lo que mejora la retención del agua en el suelo favoreciendo el desarrollo de unos cultivos ricos en micronutrientes.
Alimentos más saludables
Gracias al correcto aprovechamiento de los recursos naturales, se obtienen alimentos auténticos, más naturales, saludables y con un mayor contenido en sustancias antioxidantes saludables. Además, están libres de trazas sintéticas como son los aditivos de síntesis, que pueden provocar problemas en la salud tales como insuficiencias cardíacas, osteoporosis, migrañas, alergias, hiperactividad, Párkinson, etc.
Por lo tanto, una de las características principales de los productos derivados de la agricultura ecológica es su capacidad de crecer sin estar sujetos a residuos tóxicos que se emplean en la agricultura convencional. Por ello, los productos ecológicos contienen los niveles más altos de vitaminas y antioxidantes, además de ser objeto de certificaciones que garantizan su naturalidad y calidad.
Desarrollo de las zonas rurales
La agricultura ecológica requiere un mayor volumen de trabajo, por lo que contribuye al desarrollo de las zonas rurales creando empleo y, por tanto, frenando la despoblación rural. Los agricultores perciben un precio justo por su trabajo y las explotaciones son más rentables que las convencionales.
Resumiendo, la diferencia entre el aceite de oliva ecológico y el convencional se encuentra, principalmente, en los métodos agrícolas que se utilizan en el olivar. Es en la tierra donde comienza la calidad del producto.
Nuestros olivares son 100% ecológicos, libres de químicos y sostenibles con el medio ambiente. En Mares de Plata optamos por la ecoagricultura, respetando el crecimiento natural de los cultivos, siempre con la misión de conseguir un AOVE de la mayor calidad acompañada del sabor más intenso.